miércoles, 27 de noviembre de 2013

Arrow

Comencé a verla por mi afición por los superhéroes. Los primeros capítulos me parecieron buenísimos, las escenas de acción trepidantes y muy bien conjugados los dos hilos narrativos, la isla (el pasado) y la vida como justiciero (el presente). Entendí que el superhéroe no era muy original, al fin y al cabo es una especie de Batman y Starling City una paródia de Gotham. Luego la serie decae muchísimo y se hace muy culebronesca, el actor principal me parece inexpresivo y los deus ex machina se repiten sin compasión en la mayoría de las tramas. Y sin embargo, no puedo parar de verla, algo bueno tendrá supongo, por ejemplo el querer saber qué pasó en la isla o desvelar si la madre de Oliver es realmente de una catadura moral o de otra, y qué va a pasar con ella. Viendo lo que hay en el mercado quizá no sea nada imprescindible, pero supongo que si uno se mete en ella, le costará dejarla, siempre y cuando le gusten los superhéroes claro, si no lo tendrá bastante fácil. 

 Mi relación con ella es de amor odio, a veces me digo qué narices hago viendo esto y perdiendo el tiempo y otros, no puedo relamerme con ese comienzo tan espectacular y tan sucinto que augura nuevas y adrenaliníticas nuevas aventuras del vigilante verde. Me he chupado dieciséis capítulos en una semana, aunque a día de hoy, justo cuando acabo esta entrada me siento algo ahíto del esquema tan poco profundo de sus personajes. Todo es demasiado superficial, no hay talento por ningún lado y sin embargo, en cuanto tengo un rato devoro los capítulos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Práctica y práctica y menos bla bla bla

Llevo casi diez años practicando regularmente diferentes disciplinas espirituales. Por supuesto que ya desde antes era de un modo u otro, testigo del misterio, pero la iglesia en general y mi cole de curas en partícular tuvo la manía de castrar esa curiosidad a base de dogmas, prohibiciones y falta de comprensión. 
He practicado yoga, hatha y kundalini, pero también he leído mucho sobre vedanta en el camino del jnana yoga, también he cantado y recitado mantras (bakthi yoga) y aunque menos, he tratado de llevar el yoga a la acción cotidiana, lo que conoceríamos como Karma yoga. 
He leído todo lo que he podido y practicamente todo lo que hay traducido al castellano sobre cuarto camino, estuve cinco años en el trabajo en diferentes grupos y todavía hoy, aunque individualmente lo hago. He hecho danzas de gurdjieff, en ese mismo sentido. 
También he hecho chamanismo, he practicado el ensueño y el acecho, he leído a Castaneda, a Taisha Abelar y otras encarnaciones del nagual. He tratado, en vano eso sí, de recapitular mi vida dos veces. 
He buscado y sigo buscando diferentes maestros de yoga, pero sólo ahora, desde la práctica cotidiana siento que estoy avanzando, (sí, ya sé que el progreso es metafórico porque ya estamos ahí).
He hecho terapia, he leído libros de gestalt y he tratado de hacer los ejercicios. 
Ahora estoy haciendo meditación budista vipassana y el otro día en la sesión alguién preguntó sobre las diferencias entre mindfulness y vipassana, se comenzó a disertar sobre las variantes del budismo y las diferencias con el hinduísmo. Hoy en día con internet, uno no necesita maestros teóricos, porque tiene toda esa información al alcance de la mano, así que no voy a perder mi tiempo tratando aquí de sintetizarla, hoy sólamente voy a decir dos cosas. 
Estamos tan hiperatrofiados en lo intelectual que seguimos confundiendo saber con conocer o experimentar y lo más importante en cualquier camino espiritual es la experimentación, la importancia del maestro no viene nunca dada por el intelecto sino por lo intuitivo o lo emocional, uno confía y se somete a la guía de ese alguién por fé, amor o intuición pero no porque simplemente diga que eso es lo bueno. (Eso es lo que hacían los curas de mi instituto). Nos cuesta mucho desengancharnos de la belleza de la teoría, yo reconozco que es hermosísimo ver como se disgregan las religiones y como las vías se multiplican porque practicamente cada practicante supondría en sí una vía, pero más importantes que conocerlas o saberlas, es practicarlas. La teoría no es más que una bella forma, un mapa, una guía, pero lo importante es el viaje, el territorio, el contenido y eso sólo ha de experimentarse personalmente, más allá de lo dogmático y lo supuesto.
Tras tantos años de inmersión en el mundo espiritual tengo pocas cosas seguras, pero una de ellas es esa, llega un momento en que uno se siente muy tentado de compartir, hablar y recomendar ciertas corrientes, pero en otro nivel, está la práctica y ese, es el único y verdaderamente útil.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Fin de temporada

No pudo ser. Como ya auguraba hace unas tres semanas, el final de temporada es con diferencia el talón de Aquiles de Rafa, desde aquel torneo indoor que ganó en Madrid hace ya ocho años, el balear no sabe lo que es la victoria en este tipo de torneos, lo tuvo cerca contra Federer en 2010, tras una semifinal extenuante el día anterior con que ganó a Murray, y luego poco más, semis de París un par de veces y poco más. 
Esta vez iba concienciado de que podía ser su año, tras su pletórico regreso y limpio de lesiones se ha encontrado con un hueso, que desde hace tres años es junto con la rodilla la mayor de sus preocupaciones. Nole ha ganado absolutamente todo desde hace dos meses, como si la pérdida del número uno hubiera azuzado al serbio, este ha comenzado a jugar como lo hiciera hace un par de años. Da miedo. Llega a bolas inimaginables, resulta casi imposible hacerle un winner, saca bien, resta como nadie, tiene buena volea, derecha y revés, es un jugador total y en los dos últimos enfrentamientos Nadal ni siquiera le ha hecho cosquillas. 
Acaba así este grandioso año para Nadal, quizá el más meritorio. Con la agridulce sensación de que en 2014 tendrá enfrente a un jugador que ha reaprendido a ganarle de nuevo, la próxima cita grande será en Australia donde el serbio gana la partida 4-1, es su fortín de Grand Slams, porque allí acumula 4/6, la expectación está servida. ¿Se recuperará Murray de su lesión? Viendo como está Federer y que ninguno de los jovenes despunta, todo parece indicar que es cosa de dos. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los veinte mejores libros espirituales, manuales de autoayuda o guías de felicidad

Por supuesto que esta clasificación como todas las que aparecen por aquí normalmente es fruto de mi vivencia personal, es decir, no pretendo llegar a dar una muestra "objetiva" de los mejores libros de autoayuda o espirituales sino de aquellos que a mí me sirvieron, o fueron muy especiales por diferente motivo, por supuesto que a veces la calidad diferirá mucho, no es lo mismo la Baghavad Ghita que el poder del ahora, soy perfectamente consciente de eso. Sólo dos aspectos se han superpuesto al mero ejercicio personal, el tratar de ser un tanto variado (últimamente lo único que leo es Vedanta practicamente y quería dar una muestra variada) y el dar cabida a libros clásicos dentro del género o subgénero que sin ser tan espectaculares como otros, por su calidad, suponogo que seguirán siendo referencia en el futuro. Aquí empezamos con la lista de veinte libros espirituales que creo nadie debería perderse, el orden es aleatorio, aunque quizá los diez primeros sean más especiales. 

 1- Yo soy eso. De Nisagardatta Maharaj. Curiosamente una recomendación de uno de mis mentores literarios, Ángel García Galiano. Para mí más sencillo de lo que resulta Ramana Maharsi, este libro es una auténtica maravilla para cualquiera interesando en el Vedanta advaita. Recopilación de los textos más relevantes del maestro indio. No es una lectura fácil, pero es totalmente sobrecogedora por las cosas que dicepero sobre todo por el rastro de sinceridad que se desprende del tono del libro, es muy difícil asimilar el mensaje advaita pero en palabras de Nisargadatta, por momentos, no lo parece tanto. 


2- El poder del ahora. Echkart Tolle. Es un libro diametralmente opuesto, un best seller de la autoayuda, que dice lo mismo que el anterior, pero en un lenguaje muy sencillo y cercano, algo reduccionista y simplón quizá. Pero fue uno de los libros que,recuerdo,me cargó más de energía mientras lo estuve leyendo. 

3- El camino del artista. Julia Cameron. Es uno de los libros al que tengo más cariño. Una absoluta maravilla a la hora de desbloquearse artísticamente y en general de incentivar nuestro lado más creativo, gracias a él viví una primavera absolutamente genial, llena de momentos muy especiales. Hice fotos, comencé a escribir de forma continuada cuentos y poemas, fabriqué murales. Y descubrí una de las meditaciones más curiosas e interesantes que he practicado; las páginas de la mañana. 

4- Los libros de Castaneda. A medio camino entre lo literario y lo espiritual, la obra de Castaneda, que me resisto a simplificar en un sólo libro (aunque los cuatro primeros sean lo más significativos) me introdujo en el mundo del chamanismo y el camino del guerrero. Nadie debería dejar sin leer, no sólo buscadores sino escritores y lectores: Las enseñanzas de Don Juan, Una realidad aparte, Viaje a Itxlan...Están llenos de magia, hacen tambalear nuestro concepto de realidad y nos devuelven a la importancia del misterio. 

 5- Psicomagia. Alejandro Jodorowski. Aunque ya conocía al Jodorowski escritor y algo de sus escritos espirituales, esta obra que creo que el tiempo situará en un lugar privilegiado, es una absoluta lección de innovación al aplicar lo creativo o lo mágico como base de la curación. Una auténtica revolución que pone patas abajo la terapia convencional psicoanalítica.