Para esta semana había varios estrenos interesantes, The hunt del siempre sugerente Thomas Vintenberg, una de zombies facilona y la primera recreación llevada al cine de la novela de Kerouac, On the road, dirigida por Walter Salles. Al final por cosas que no vienen al caso, me apeteció más ver la última del irregularísimo Van Sant, que esta vez ofrece un producto a medio camino entre el cine comercial y el cine de autor. Cuenta la historia, es una de esas películas de viaje interior, de un comercial de una multinacional que ha de convencer a unos lugareños de una parte marginal de los USA, de permitir que extraigan gas natural de sus tierras.
Es una película interesante en sus planteamientos políticos, puesto que no resulta tan maniquea como es habitual en este tipo de dilemas. Me recordó por un momento a La princesa Mononoke, puesto que la necesidad ecológica a veces se confronta con el drama humano. Matt Damon se acompaña de buenas actrices secundarias en esta película a veces algo blanda y bastante previsible, más en la línea general que en el detalle particular. Lo mejor es el amplio espectro de opiniones en torno al mismo tema y el hecho de presentar a casi todos los personajes de una forma humana y amable.
NOTA: 7
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