domingo, 14 de enero de 2024

Volver

 No recordaba este blog. Me he sorprendido releyendo cosas, haberle dado tanto trabajo, tantos visionados de películas y escribir crítica para tan poca gente. En realidad el marcador del blog me anuncia que tengo 60.000 visitas, muchas supongo que poco interesadas, búsquedas que le llevan a uno a este sitio y del que se larga que malditas las ganas, pero aún así, aunque lo reduzcamos a 10.000 visitas, es un número considerable. Me ha gustado comprobar que es algo que hice y a lo que luego no me aferré. No pensé que había sido un éxito ni un fracaso, a pesar del esfuerzo puesto en ello. Desde hace tiempo pensando sobre la vida, la muerte y el legado, pensaba precisamente en eso. En como mis sueños de grandeza pasado se han ido diluyendo con el tiempo y en como desde hace algún tiempo me conformo con hacer las cosas bien y ser honesto si tengo que transmitir o compartir algo. 

Tengo claro que no quiero escribir por escribir, por una simple imposición mental. No me fuerza nada: no se me paga, no tengo ningún contrato, no soy nadie que tenga que decir nada especialmente extraordinario, y aunque no escribo mal no tengo ningún talento genial ni nada por el estilo. Si en su día escribí de cine, creo que ahora lo haré sobre todo sobre literatura. Es de libros de lo que más sé, y lo que más hago actualmente con diferencia es leer. Pero también escribiré de cualquier otra cosa que vaya saliendo.  A veces creo que mi tendencia anárquica y desordenada en la vida tiene que ver con la opuesta tendencia a planear rígidos proyectos. Como siempre, este será un espacio personal que comparto, con mis ideas, recomendaciones y críticas culturales. Trataré de hacerlo bien, y si en algún momento resulta muy pesado para mí, o tengo la sensación de que no es interesante de ningún modo, lo abandonaré de nuevo. 

Desde la humildad y por compartir algo que quizá a gente que quiero, o a la que no conozco aún, o a la que no conoceré, le apetezca leer me apetece volver a volver a compartir.

 Escribir. Otra vez.

 He vuelto. 

lunes, 29 de junio de 2015

¿Revolución política?

Desde comienzos de año, con las campañas y resultados electorales, con la nueva situación política y los pactos parecemos estar viviendo una nueva era política en nuestro país, aunque algunos, mejor o peor intencionados, se preguntan si no será todo esto una simple formalidad, y auguran, escépticos que estas nuevas figuras, estos nuevos alcaldes y alcaldesas que han tomado posesión en las ciudades más importantes del país, pronto caerán y nos mostrarán su verdadera naturaleza.
Hasta que eso pase, y en las turbias marrullerías de la derecha mediática por desacreditar sin razón de ser, y lo que es peor con la idea de contaminar la vida política de modo que al espectador le llegue el mensaje de que todos son iguales, que todos roban y que para qué molestarse (idea que beneficia enormemente a los partidos conservadores que cuentan con votantes fidelignos y que parecieran padecer de miopía moral a la hora de criticar los abusos cometidos), decía que hasta que eso pase, que podría pasar, me quedo con una idea muy positiva sobre los cambios ocurridos. Algunos de estos nuevos dirigentes, sean de plataformas ciudadnas o del partido moderado ciudadanos, están empezando a utilizar un nuevo lenguaje, una forma que reconocer méritos del rival político (como hace poco hizo Carmena con Cifuentes o Botella) y que prefiere basar su discurso en ideas constructivas más que en ensuciar al rival, (como si eso les diera a ellos un mérito).

Este tipo de mensaje, esta forma de entender la política supone una sanación de las  heridas que este país ha estado lamiéndose desde su guerra civil, y el hecho de que muchos de estos nuevos políticos sean gente joven, conocedoras del conflicto pero también dispuestas a dejarlo atrás, y que también los nuevos votantes que los han aupado pertenezcan a mi desencantada y apolítica generación, suponen un soplo de aire fresco y de normalidad política y en sí una verdadera revolución más allá de la consecución parcial o definitiva de algunos de los ideales planteados en el 15M.

Por ello, y pese a las heridas levantadas y las respuestas hirientes y fabuladoras antes mencionadas, mi postura con respecto a los recientes cambios políticos es entusiasta, hay mucho por hacer y conseguir, pero también mucho ya se está consiguiendo, un nuevo lenguaje y también una regeneración de los mitos caducos e inútiles del siglo XX.

viernes, 20 de febrero de 2015

House of Cards a la española

 
Aunque los latinos tenemos fama de corruptos y chapuceros, después de leer el argumento de la serie Borgen (noruega) o de ver la primera temporada de House of Cards (que me ha gustado mucho) uno se convence de que variaciones podrá haber muchas pero que la corrupción que engendra el poder y la ambición son siempre las mismas. No digo que consuele, en esos países el robo, el enchufismo y el chanchullo están peor vistos que aquí, sin punto de comparación pero simplemente comienzo haciendo ver que nuestros problemas no son sólo propios, no sé si afortunada o desgraciadamente.
 
Llego tarde, ya lo sé, a comentar el escándalo fiscal de Monedero, y llego tarde también para hablar de un capítulo intermedio de la primera temporada de House of Cards. Pero ya saben el dicho y además el hecho de que haya visto esa temporada precisamente ahora me ha llevado a comprehender con el cuerpo, con el alma y hasta con cada pelillo de la barba como es de asquerosa la política, o como la política depende casi exclusivamente del marketing o de la presentación televisiva. 
 
Antes de entrar en faena diré que no soy demasiado simpatizante de Podemos, los voté en las europeas por votar a un partido distinto y discreto sin sospechar el exito que luego alcanzarían. Los voté como castigo pero no por convencimiento, y en especial por el hecho de saber que Monedero había hecho campaña publicitaria a ciertos populistas dirigentes de latinoamerica. Precisamente este personaje tan poco atractivo ha sido el protagonista del escándalo político que ha hecho frenar un poco la trayectoria ascendente de ese partido. Dicho esto y dudando bastante que los vuelva a votar, no por este "escándalo" sino por lo grande que ya es ese partido que no me gustaría que ganase las elecciones por demasiado, quiero hablar de la nefasta confabulación de socialistas y populares para juntitos de la mano, soltar como hacía el congresista Underwood y sus secuaces en aquel episodio contra el sindicalista, la etiqueta maldita, y en este caso la etiqueta maldita era "defraudador fiscal".

Tiene, y perdonen que abandone el tono educado, santos cojones la cosa, que dos partido hundidos en la corrupción más absoluta, en la prevaricación y uso de influencia política se quejen de que un personajesno haya hecho una declaración en toda regla, santos cojones que ellos, los que primero unos propusieron y otros, tras criticarlo, llevaron a cabo, una amnistía fiscal a favor de lo que ahora llaman con saña "defraudador fiscal", santos cojones, como si en su día un etarra se hubiera quejado de que alguien le había pisado un pie andando por la calle.
Vale, Podemos ha perdido su oportunidad de haber echado a Monedero y convertirse en un partido tremendamente atractivo para el votante crítico, y me parece bien que un ciudadano de a pie que no se ha enriquecido ilícitamente critique al señor Monerdero y su partido, pero el PSOE y el PP, no, de ninguna de las maneras, y menos después de lo que ha llovido desde los años 80, que estos tipos salgan en la tele diciendo "defraudador fiscal" todos a una desde el disfraz de la puerza,  me produce un espanto sólo superado por la preocupación de que todavía haya gente que puede darles una pizca de credibilidad a estos impresentables. Espanto y preocupación, y otra cosa más; asco.


viernes, 30 de enero de 2015

Series 2014

Ahora tocan series. Es lo que hay, y es a lo bestia. El difícil trabajo de renunciar porque casi todo lo que veo tiene la calidad suficiente como para seguirlo hasta el final. He visto buena parte de lo que recomiendan blogueros, páginas y revistas sobre lo mejor del 2014. Hay cosas que espero ver en breve como Happy Valley, The Knick, The honourable woman, You're the worst, house of cards, orphan black, halt, catch & fire, o incluso penny dreadful y outlander. No sé si me convencerán y las veré hasta el final, de momento me habían llamado menos la atención que otras.

Estoy viendo The americans, ahora. Va de espías rusos en los años 80, una aparente familia feliz americana gozando de su sueño pero que se desvela por las noches en misiones ultrasecretas donde estarán dispuestos a todo con tal de no revelar su identidad. Ambos, actor y actriz, están enormes desde el magnetismo y aunque los capítulos son tan adrenalínicos como ocurría en series como the shield, aquí además quedan perfectamente equilibrados con el
Nunca ví Dexter, y si lo he intentado con Hannibal ha sido porque todo el mundo habla bien de ella, de su estética principalmente pero también de su tensión y todo eso. Y sí, está muy bien trabajada su fotografía con ese uso de los colores y esas imágenes oníricas pesadillescas, pero no va conmigo. Acaso soy demasiado neurótico como para ver episodio tras episodio como diferentes psicópatas deciden matar de formas horrendas a seres humanos y luego comérselos, pero me parece de mal gusto, por eso y porque estoy en contra de esta escalada de violencia que viven nuestros medios audiovisuales desde el nuevo siglo siglo no voy a seguirla.
Y al final vi The Affair, estuve a punto de dejarla tras dos repetitivos y densísimos capítulos (3 y 4) pero afortunadamente le di una oportunidad más y la cosa mereció la pena. Todavía falta por ver si ese punto de vista alternativo de los protagonistas saca el jugo que todavía no ha terminado de sacar, o al menos de resultar coherente en su desviación. De momento la serie tiene más de drama personal y familiar que de thriller, pese a ser planteada de esa forma en su narración. Hay que ver la segunda para ver si la cosa merece la pena del todo.
También he visto Rectify, una serie irregular tanto en ritmo como en calidad pero que tiene momentos sublimes, con personajes interesantes y un tratamiento particular de la línea que separa la vida de la muerte, o de la vida en prisión de la vida en libertad. Me pondré en breve con la segunda temporada.
Y también Les Revenants que me pareció una interesantísima perspectiva del mundo zombie, o como a veces los muertos podrían alterar la vida cotidiana de los que se quedaron con su simple presencia, sin necesidad de morder o atacar a nadie, lástima que el final me resultará poco redondo y habrá que ver si tras tres años de parón este año hay segunda temporada y la historia se pule mejor, pero sería un placer volver a esas atmósferas inquietantes con la música de Mogwai de fondo.

Y en el apartado comedia, de nuevo mencionar a Louie, que creo que es la comedia más potente en emisión. Y algunos picoteos, por la reciente Togetherness, de HBO, que sinceramente promete diversión y drama. La exquisita Transparent, que pronto acabaré donde no sólo se plantea la dificultad para un padre de familia en la tercera edad que decide identificarse con una mujer sino toda una problemática generacional encarnada en las diferentes situaciones de unos particulares hijos. Con todo, no me maravilla tanto como algunas listas sugieren al colocarla en primer lugar. También, y en la misma línea de personajes super guays, listísimos de la muerte y terriblemente neuróticos, le estoy dando un vistacillo a la nueva temporada de Girls, de Lena Dunham, y de momento me mola, aunque también me dan  un poquito de asquito sus protagonistas, especialmente ella. Y en una línea mucho más irreverente dos imperdibles, la última locura en animación para adultos Rick & Morty, con un desvarío de realidades paralelas, planetas e inventos y otras radiaciones, y la más terráquea pero igualmente loca, Broad city, que nos cuenta las peripecias de dos amigas cachondas, fumetas, tiradillas de la vida, que bien podían haber salido de cualquier ciudad moderna. 

Todo esto y mucho más que nos traerá el nuevo año, en este actual y exigente formato narrativo, que cosechó en el 2014 tres series grandiosas, cada una a su forma y que sin orden particular fueron:
Fargo, o la serie redonda equilibrando la calidad y el suspense de forma magistral, con guiñó de los mejores cohen de fondo.
True Detective, o la exquisitez estética, y a veces también filosófica con dos interpretaciones antológicas.
Game Of Thrones o el espectáculo total, no sólo ya televisivo sino audiovisual sin estar reñido con la profundidad moral y artística.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Un año de libros. Mis lecturas de 2014

Estas son sin ningún criterio cronológico (nada de los mejores libros publicados este año o algo por el estilo) las lecturas que por una u otra razón han llamado poderosamente mi atención este año y que acaso a algún lector virtual le pueda servir de referencia de algo.

- Hermanos Karamazov y Ana Karenina: dos de los clásicos rusos que me faltaban por leer y que por fin este año he cumplimentado el sueño de poder hacerlo. Dostoievski de forma más adictiva y gamberra, Tolstoi con más elegancia y nostalgia, son dos obras que todo amante de la literatura debe leer sí o sí, sin dejarse intimidar por su tamaño. Aquí los enlaces  Hermanos Karamazov    Ana Karenina

- El buen soldado de Madox Ford: Uno de esos narradores poco fiables en una construcción narrativa impecable. Un caleidoscopio narrativo donde la historia se va reinventando a sí misma.

- El vano ayer de Isaac Rosa: No es tan buena como a veces aparenta ser. Y sin embargo esta novela que narra (además de la contrucción de ella misma de manera lopesca) la brutalidad represiva del régimen franquista nos recuerda con estilo propio e interés que lo chabacano y cutre no por ello deja de ser malvado.

- Diario del año de la peste de Defoe. Grandiosa recreación a posteriori de una de las peores epidemias que sufrió la ciudad londinense. Me vino mucho a la mente cuando se hablaba del ébola. 

- La maravillosa vida de Oscar Wao de Junot Díaz. Una educación sentimental a lo caribeño, plagada de mala leche contra los desmanes dictatoriales de la república dominicana y con mucho humor moderno, ahhh.. y una guindita de vudú y maldiciones variopintas. Reseña aquí http://mundodena.blogspot.com.es/2014/05/la-maravillosa-y-breve-vida-de-oscar.html

- Una historia secreta de la consciencia de Lachmann. Sin ser tan original ni deslumbrante como Gebser, este ensayo del antiguo rockero realiza un recorrido por las diferentes etapas de la consciencia humana, parte del trabajo de autores como Nietzche, James, Ouspensky o Gebser entre otros para realizar un trabajo muy interesante y de lectura placentera.

-Universos paralelos de Kaku. Un ensayo de divulgación científica que sabe desfilar en el estrecho filo que separa lo especializado y por tanto incomprensible para el lector medio (aunque sí cae de algún lado es de ahí) y lo ramplón y simplista. Un recorrido apasionante por las teorías más recientes sobre astrofísica cuántica. 

- Huérfanos de Brooklyn de Jonathan Lethem. Divertidísima superación de los rigores de la novela negra. También con reseña http://mundodena.blogspot.com.es/2014/05/jonathan-lethem-huerfanos-de-brooklyn.html

- Gilead de Marilynne Robinson. De las mejores novelas de lo que llevamos de siglo. Reseña aquí

- Centuria de Manganelli. No sé si son novelas río como se sugiere pero sí cuentos muy muy comprimidos con una densidad conceptual deslumbrante. No son geniales los 100 pero los hay en suficiencia como para no echar un vistazo a esta obra tan peculiar. 

- Mire al pajarito. Vonnegut era un genio, y la prueba es que incluso en algunos relatos tardíos es capaz de escribir mejor que el 99% de los cuentistas actuales. http://mundodena.blogspot.com.es/2014/03/mire-al-pajarito-de-kurt-vonnegut.html

- Llamadas telefónicas/ Putas asesinas de Bolaño: Un par de libros de relatos que he releído este año y ¿qué puedo decir?... Bolaño es el escritor más importante de los últimos cincuenta años. Simplemente eso. 

- Austerlitz de Sebald. Una novela que pareciera no serlo, un recorrido visual por toda la nostalgia de la Europa del siglo XX.  Una joya exquisita y extravagante.

- La conciencia de Zeno de Svevo. Con uno de los personajes más divertidos que ha dado la literatura.

- Rock Springs de Ford. Diez relatos cortados por un patrón parecido, hechos a la horma del realismo sucio, pero hermosos pese a todo. 

- Más allá de la vida de Pommel. Un estudio sobre un cardiólogo holandés sobre pacientes que tuvieron ECM (experiencias cercanas a la muerte) y que lleva al autor a realizar un enfoque sobre la separación entre mente y consciencia, algo en lo que también profundizaba Lachmann.

- Díez de diciembre de Saunders. Aunque irregulares algunos de estos relatos son divertidos, perturbadores, emotivos y sobre todo profundamente originales. Merece la pena leerlos. 

- Historia abreviada de la literatura portátil de Vilamatas. Un libro precioso, una joya que homenajea un momento crucial de la cultura consiguiendo formar parte de ella misma. http://mundodena.blogspot.com.es/2014/05/historia-abreviada-de-la-literatura.html

- Relatos de Von Kleist. Construídos con gran perfección, en ellos el suspense nos va guiando entre historias donde aparece el tremendismo y la miseria humana, pero también el valor y la pureza. 

- El plantador de tábaco de Barth. Tocho del que todavía me quedan trescientas páginas pero que incluyo aquí, por original y divertidísimo, excesivo siempre y con un héroe imborrable Ebenezer Cooke. 

- Técnicas de iluminación de Tizón. Nuestro mejor cuentista. Unos relatos imperdibles que si hubieran sido escritos en inglés estarían en boca de medio planeta. http://mundodena.blogspot.com.es/2014/02/tecnicas-de-iluminacion.html

- Brilla Mar del Edén de Andrés Ibáñez. Acabo con esta obra que como ocurría con la anterior han sido publicadas este año y forman parte de lo mejor que se está publicando en cualquier idioma y que tenemos la suerte de poder leer en castellano. Esta novela es una aventura total que el tiempo debe colocar en el lugar de la historia de la literatura que le corresponda. No esperes lector a que eso ocurra para leerla. Reseña http://mundodena.blogspot.com.es/2014/03/brilla-mar-del-eden-andres-ibanez.html

viernes, 28 de noviembre de 2014

Contra la querella o hacia un mundo olvidado de sí

De todas las malas herencias que vamos recibiendo del modelo social capitalista-bienestar de los USA, la del abuso del litigio acaso sea la que más rabia me produce. Entiendo que una mente que ya no debe preocuparse para sobrevivir tienda a preocuparse en no preocuparse y se caiga fácilmente en las neuras cada vez más extendidas, entiendo también que el sueño americano nos haya hecho caer en el stress, en la competitividad y también en el miedo y la depresión. O que haya incentivado eso que en otras culturas y sociedades ya estaba allí. Entiendo que compremos miles de productos inútiles esquilmando el planeta sin sentido o que incluso usemos el acto de comprar como una forma para evadirnos. Todo eso aún siendo muy preocupante me parece con todo más aceptable que una tendencia que viene multiplicándose en los últimos veinte años y que no es otra que el amor a la denuncia.
Pareciera que nuestra única forma de sortear la frustración y la impotencia fuera con el recurso de la querella. Desgraciadamente estoy sufriendo en mis carnes un proceso judicial interminable por cometer un desliz burocrático. Y ciertamente, me parece una tortura. El propio lenguaje jurídico me pareciera tener algo de perverso, los matices y las interpretaciones algo propio del mundo de los trileros y los timadores o cuando menos de los charlatanes, y es por todo esto que me resulta más sorprendente aún que todavía haya gente que tenga ganas de meterse a uno de estos procesos (de los que me pareciera deberían rehuir como del quirófano, salvo que no quedara otro remedio).
Y sin embargo, cada vez son más los emprendedores que se embarcan en procesos de todo tipo, contra todo tipo de personas: sus exparejas, pero también sus vecinos, sus médicos, su profesores, sus centros de trabajos, sus colegas, sus hermanos, y todo lo que se les ponga por delante, y lo que es peor, por unos motivos cada vez más nimios. Antiguamente las cosas se solucionaban a palos, podrá decírseme, sí, es cierto que en ocasiones era así, pero también que muchas veces se solucionaban dialogando y con sentido común, o en el mejor de los casos, entendiendo las debilidades del otro, perdonándolas si realmente no nos causaban un perjuicio significativo. Entendimiento que hacían a la persona virtuosa, cosa que hoy parece no ser muy apetecible.
Todo este asunto me ha venido porque a la famosa Teresa Romero la ha demandado su doctora por no avisarle de que pudiera tener el ébola, y también porque esta mañana leo que a una famosa su exmarido le acusa de no se qué, por algo que publicó en twitter. Pero esto es sólo algo de actualidad, la punta del iceberg de un fenómeno que forma ya parte de nuestra cultura, como profesor veo que en la comunidad educativa hay cada vez más miedo a la denuncia, y en parte con razón, porque se multiplican las querellas, las gilipollescas querellas claro.Y no sólo es que estemos creando un mundo más estúpido y burocrático que necesita explicitar todos sus movimientos y llenarlo y emborronarlo todo con letra pequeña (que también, porque estamos llenando nuestro mundo de ese lenguaje jurídico del que hablaba antes) sino que nos estamos olvidando que buena parte de nuestros problemas se pueden solucionar con algo tan inmediato y humano como la compasión. Entiendo que alguien pueda hacer algo mál y que eso supusiera un fastidio para mí, pero antes de pedir la cárcel para esa persona, antes de tratar de hacer el mal al otro (porque eso es de lo que se trata cuando uno pone una querella personal contra una persona, y no hay razón ni mentira que pueda ocultar eso) quizá baste con ponernos levemente en su lugar, o pensar en otra situación en la que quizá nos hayamos comportado de una forma parecida. Hace poco leí esta frase : "Cuando encuentro un punto en común con el enemigo, ahí se termina la guerra", y todos estamos en contra de la guerra ¿verdad? a todos nos repugna hacer daño a los demás ¿verdad? Pues no estaría de más recordarlo cada vez que optamos por la querella facilona, por el odio gratuito. No sólo viviremos en un mundo más sensato sino también, lo que es más importante, más compasivo, más humano en el sentido positivo del adjetivo.

domingo, 12 de octubre de 2014

Otoño Cultural (II) Series

He dejado completamente de lado el género cinematográfico menor, las películas, y estoy inmerso completamente en el universo de las series. Series que siempre he querido ver, series que recién descubro, series que sigo desde hace tiempo...

Y series que tenía pendientes, ya clásicas:
The sopranos: Quizá de las grandes de todos los tiempos la que me faltaba por ver. Estoy a mitad de la segunda temporada. La primera fue recibida con mucho agrado aunque me deslumbró mucho al principio y me gustó el final, los capítulos de en medio me dejaron algo indiferente en ocasiones. Entiendo que es una serie con mucha calidad, con personajes muy interesantes y un guión redondo, pero no me parece tan buena como The Wire y está por ver si me va a gustar más que six feet under, game of thrones o breaking bad. Veremos.No comparto desde luego los que la colocan como la mejor de las series con mucha diferencia.

Y series que he descubierto mirando listas por internet:
Broadchurch: Me enamoré de esta serie británica de una sóla temporada, 8 capítulos, en cuanto vi los primeros minutos. Se trata de un asesinato de un niño en un pueblecito inglés. Está rodada con muchísimo estilo y conjuga muy bien el lado emocional y el suspense. Ambos detectives son grandes actores y tienen mucho magnetismo, especialmente él, que al parecer es el nuevo Doctor Who. Es adictiva y sabe sortear todos los peligros que ello implica. Es una serie que deberías estar tardando ya demasiado en ver.

Sherlock: Otra inglesa. Miniserie, temporadas de 3 capítulos, que en realidad son películas de hora y media. Sólo he visto la primera temporada.  Muy magnético el actor que interpreta al genio de la intuición y el razonamiento. Adapta a las mil maravillas el clásico de Conan Doyle, al Londrés actual. Tiene mucha gracia y aunque no es de las que te mueres por ver del tirón, es la mar de entretenida.

Shameless: Una familia en los suburbios de una gran ciudad. Adaptación americana de una serie británica del mismo nombre, como pasa tantas veces. La madre desaparecida, el padre alcohólico, una ristra de hijos, sensibles, inteligentes, casi geniales, la hermana mayor tira del carro de la familia y en su primera temporada conoce a un joven rico que dice estar enamoradísimo de ella y que está empeñado en "salvarlos". De momento entretenida y curiosa, sin grandes deslumbramientos.

Enlightened: Está Laura Dern y está lo curioso del argumento, una joven ejecutiva que sufre un ataque de nervios en su trabajo se retira dos meses a un centro espiritual tras lo cual retorna con nuevos "aires" a su centro de trabajo. 

Louie: Una especie de Seinfeld del siglo XXI. Breves capítulos de 20 minutos que alternan sketches con monólogos humorísticos pues su protagonista trabaja de ese modo, me quedo con lo segundo que me hacen realmente mucha mucha gracia. Humor negro y ácido, un poco obsesionado con lo sexual, pero aún así muy divertido. Merece mucho la pena. 

Y series a las que sigo siendo fiel:
Orange is the new black: Un placer reencontrarse con Piper y sus desventuras, sólo he visto el primer capítulo pero la cosa pinta realmente bien para la segunda temporada. Me la pienso tragar en lluviosas noches de octubre tapadito en mi sofá con una mantita después de cenar.

Downton Abbey: Sí, soy un fanático de esta serie. Aunque sea un culebroncillo, aunque cada vez pasen menos cosas y algunas se repitan. Me da igual, me hipnotiza ver a esos nobles y a esos criados conviviendo en el universo de una mansión. Me relaja, me gusta su visión cándida del mundo, antes de la malicia y la forzada complejidad, de la provocación y el mal gusto con el que tantos shows parecen complacerse. Es como Dickens. Una alegría falsamente sencilla.

Y sí, lo que está por venir, dudando si darle una oportunidad a Homeland, que tras su desastrosa tercera temporada parece haber venido más enderezada según la crítica, y esta noche comienza Walking Dead la otra decepción del año pasado pero que seguro que caerá también aunque sea por fidelidad nostálgica y Fargo, de la que mi amigo Dani Peña me habla todo el rato bien y algunos proyectos de HBO antiguos, como Roma o Deadwood, y otras que quiero ver en cuanto acabe las que estoy viendo como Black Mirror y Dead Set y The Office y Death Note...